domingo, 5 de mayo de 2013

Nota realizada ayer en Motores, reflejada por el Diario El Tiempo


HISTÓRICA DECISIÓN
"Que lo que hagamos le permita al AMCA tener un escenario digno"
Ayer, Ignacio Laborda y Mauricio Sarno, presidente y vicepresidente del Auto Moto Club Azul, dialogaron con este medio para anunciar públicamente la construcción -ya en marcha- del nuevo autódromo del club, asfaltado y con un trazado de 2370 metros de extensión. "Nosotros trabajábamos en silencio porque había cosas importantes de por medio", expresó Laborda.
La ciudadanía tuerca, y dada la embestidura del emprendimiento, la población en general, ha recibido el cimbronazo propio de una noticia histórica para el automovilismo local y, también, para el provincial, puesto los "ecos" provocados una vez conocida la buena nueva.
El futuro circuito, que se construirá a 2000 metros de la Ruta 51 (yendo para Olavarría, sobre margen derecha, a la altura de la calle transversal a la ruta previa a la llegada al santuario del Gauchito Gil), será emplazado en un espacio de 30 hectáreas que ha sido adquirido por el club (con el trazado asfaltado incluido) a cambio del histórico Panorámico, terrenos en los cuales se construiría un barrio privado.
Pero no obstante estos datos básicos respecto al nuevo circuito azuleño, quienes brindaron los pormenores específicos del emprendimiento y destacaron la valía que esto posee, excediendo los futuros beneficios que obtendrá el AMCA, fueron Ignacio Laborda y Mauricio Sarno, presidente y vicepresidente del Auto Moto Club Azul.
En la entrevista, compartida por este diario con el periodista especializado Claudio Hospitaleche, ambos recordaron en un principio los orígenes de este ambicioso proyecto.
"Esto arranca antes de 2011, cuando nos hicimos cargo del club. Había una necesidad de darle un giro importante a la institución si queríamos seguir teniendo automovilismo deportivo en Azul", comenzó diciendo Laborda. De acuerdo lo manifestó, la iniciativa "es el puntapié inicial, y este proyecto tiene un montón de etapas que hay que ir cumpliendo. Seguramente va a llevar varios mandatos de varios presidentes, necesitamos gente que le dé continuidad, que no hagamos como en la política, que cada vez que cambia el que gobierna, cambian el proyecto".
Un aspecto llamativo que ahora surge es que, de acuerdo a la magnitud de la empresa llevada a cabo, hasta pocos días atrás la comisión de la entidad logró mantener cada tratativa y gestión con una reserva total. "Se hizo en silencio -explicó el presidente- porque había cuestiones importantes de orden jurídico, institucional, económico, de estudios, que hicieron que tuviésemos que soportar las críticas de 'no están haciendo nada', cuando en realidad, silenciosamente, estamos haciendo muchísimo. Esto requiere de gastos, reuniones, de viajes, de estudios, de cálculos, que aparte tuvieron muchísimas variables".
No por reservado, todo el periplo resultó de sencilla factura: "El primer avatar que tuvimos fue la inundación del año pasado, que fue obviamente un impacto muy grande para la ciudad, y a nosotros nos llevó a replantearnos un montón de cuestiones: ubicación, cuestiones de hidráulica y demás. En su momento se había hecho toda la operatoria, estaba listo el cálculo de inversión, apoyándonos en un valor dólar que no estaba inquieto como ahora. Cuando se desdobló el dólar y comenzó esta fluctuación, tuvimos que hacer los replanteos porque los valores variaron, los plazos ya no eran los mismos que habíamos pactado".
Finalmente, y no obstante algunos sinsabores, la idea comenzó a materializarse, cuando en noviembre pasado pudieron "encarar en forma definitiva este proyecto, que se hizo público recién ahora. Es decir que en los últimos dos años se ha trabajado de esa manera, a conciencia, silenciosos, tratando que lo que hagamos le permita al Auto Moto Club Azul tener, de acá a 30 ó 40 años, un escenario digno, visitado por todas las categorías de la zona".
Ante la consulta de por qué tanto silencio, más allá de no hacerlo público, incluso en el 'ambiente', Laborda recalcó que "nosotros trabajábamos en silencio porque había cosas importantes de por medio. Sobre fines del año pasado, por ejemplo, estaban en evaluación dos chacras que daban por características y la zona, y cuando se supo del proyecto y para qué iba a ser destinada la chacra, el propietario nos duplicó el valor de la chacra. Por eso también éramos muy cautelosos al momento de tomar una determinación, sabíamos de lo que había en juego y no queríamos que se nos frustre por ningún motivo".
El Panorámico, la garantía de todo
Son las propias autoridades las que reconocen que el AMCA no tiene cómo generar dinero para llevar a cabo este tipo de realizaciones. Y es ahí cuando el viejo Panorámico luce como 'la moneda de trueque' que posibilitó la operativa, el canje.
Mauricio Sarno respaldó lo dicho y justificó el nuevo circuito diciendo que "un autódromo como éste que se está encarando vale muchísimo dinero, y la institución no tiene dinero. Y realizar un evento, por más chico que sea, sale muchísimo dinero, es imposible realizarlo. Todo se nos hacía cuesta abajo y por ello es que decidimos hacer un circuito. Para tener un autódromo donde se pueda hacer actividad una, dos, tres veces por mes y así tener nuestro dinero, y ahí sí poder hacer actividades, sin depender de los demás". Esa dependencia, últimamente, se inclinaba hacia la Comuna: "Se dependía del Municipio, y el Municipio, últimamente, no está en condiciones y no se pueden realizar eventos. Ante esto, se tomó la determinación de decir 'vamos a buscar la manera de generar recursos y hacer eventos'".
Una vez consensuados los pasos a seguir, y recalcando la actualidad financiera del AMCA, resulta fundamental hallar la o las personas idóneas para dar forma significativa al proyecto. ¿Cómo se elige a esa persona?, es la pregunta precisa. Sarno consideró en la charla que "no es solo eso, sino que también la ecuación. Gracias a Dios, hoy en día nos dan los números para poder realizar esto. Las ganas siempre estuvieron, esto es un sueño que viene desde el día en que el club se fundó hasta la actualidad. Nosotros tuvimos la suerte de que hoy estemos y nos den los números. Es una obra importante no sólo para Azul, sino también para toda la provincia; no de gusto se ha armado el revuelo que se armó".
Mirando al Brasil,trazando en Azul
Laborda contó que el flamante circuito azuleño "en cuanto al diseño, el dibujo del trazado, es similar al Virgílio Távora, ubicado en Fortaleza, Brasil. Tiene variables, una recta, curvón rápido, horquillas. Es bastante parecido al Panorámico nuestro".
Si bien el brasilero resultó el predilecto en la elección, quedaba por aggionarlo al espacio disponible en Azul: "Teníamos varias opciones, pero había que ver que entrara en el predio de 30 hectáreas que ahora tenemos. Y este de Távora era la medida; es un circuito que hoy, extendido, tiene 2830 metros, es decir que anda muy cerca de lo que va a ser el circuito éste, que reduciéndolo a escala no perdía sus atractivos".
El presidente del AMCA resaltó que, no obstante el modelo de trazado y demás aspectos técnicos (por ejemplo, qué tipo de asfalto compone la pista), la zonificación del autódromo era fundamental. "Hoy, por disposiciones provinciales y municipales, el circuito tiene que estar fuera del ejido urbano a una distancia no menor de 2.5 km. Nosotros excedemos esa distancia, lo cual nos asegura que después no vamos a tener problemas con algún vecino. El nuevo circuito estaría, aproximadamente, a 4 kilómetros de ejido. Tiene un acceso importante como es la Ruta 51, que está en buen estado. En cuanto los caminos de tierra, uno está bueno y por el otro ya hablamos con el Municipio, que nos va a dar una mano", hizo saber.
"Gracias a Dios se encontró una persona de Azul"
Vender el Panorámico fue la decisión que colmó las pretensiones del AMCA en cuanto a camino para solventar la construcción de una nueva pista. Pero el nuevo interrogante, a su tiempo, fue: ¿lo vendemos nosotros? ¿Lo loteamos y salimos a ofrecerlo desde la entidad? Sarno recordó que en ese momento "se analizaron varias alternativas y en un principio era hacerlo el mismo club, pero hoy las disposiciones han cambiado, entonces se necesita mucho dinero para presentar un plano para hacer la subdivisión. Y el club ese dinero no lo tenía y se nos hacía imposible".
El manejo de recursos -condicionado por el tiempo de obra- se constituyó como otra duda en el devenir de las acciones al respecto. "La otra dificultad -contó el vicepresidente- que se nos presentó es que después nosotros teníamos que manejar los recursos. No sólo que había que salir a vender los lotes, sino que también manejar los recursos. Y la obra no es que la podés ir haciendo por etapas, de acuerdo le vaya ingresando dinero a quien la hace; son obras, tanto el trabajo de suelo como la pavimentación, que se comienzan y se tienen que terminar. No se puede hacer por tramos".
Fue en ese momento, si se quiere de incertidumbre y poco avance, que el club encontró la solución en la figura de un ingeniero azuleño. "Gracias a Dios se encontró una persona de Azul, Alejandro Irigoyen. Él es socio del club y a él le interesaba hacer una obra de esta envergadura para Azul y decidió darnos una mano", refirió. En resumen, el trato con Irigoyen, de acuerdo lo resumieron Laborda y Sarno, es que "nosotros le damos el predio donde está el Panorámerico y se nos abona con otra chacra con la cinta de asfalto del circuito, de 2370 metros de extensión. Con eso se le paga a la institución.
Todo lo demás, con mucho trabajo y esfuerzo, nosotros lo podemos conseguir. Ahora, sin eso que nos dan, sería imposible para el AMCA juntar el dinero necesario".
Finalmente, Laborda hizo un sencillo resumen del 'balance' que surge de esta venta-compra que el Auto Moto Club Azul llevó a delante en pos de materializar un sueño añejo y anhelado por todos los tuercas azuleños, incluyendo obviamente a los asociados a la institución. Expresó que "respecto a lo que tiene y lo que da el club, yo se lo resumía a los socios de esta manera: el club tenía 10 hectáreas en una zona que no era apta para hacer un circuito y con uno que no tenía infraestructura como albergar ninguna categoría de las zonales. Y de esta manera pasa a tener el triple de superficie, una chacra de 30 hectáreas en una zona apta, con un circuito de asfalto cuya vida útil, con los cuidados apropiados, nos garantizaron que será entre 30 y 40 años, y con una infraestructura que se destacará entre el resto de los circuitos de la zona".

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